He roto la continuidad de mis usuales vacaciones, y por primera vez en 5 años, en vez de veranear en SICILIA, en LAMIASICILIA, he ido a Grecia. Mi amiga Daniela, que ama esta isla maravillosa, y que vive en Palermo, temía que me enamorara tanto de la Magna Grecia, que me robara la energía para volver y re-volver a su encuentro .
Y es cierto, el Egeo me ha encantado , su luz y su transparecia acaso sean más brillantes que la geografía que se encuentra en la isla italiana, los islotes que emergen del agua "mediterranea" son acaso más estrepitosos que los paseos por los mares sicilianos ( con excepción de las Eolicas). Negar la magia de Atenas, sería ridiculo, y evidentemente es incomparable con Palermo, o con cualquier capital italiana. Cada ciudad bella es bella en sí misma y no resiste comparaciones ni campeonatos.
Qué decir de la comida.........que en Grecia también se come muy bien, que los sabores mediterráneos son imbatibles, para los que nos reconocemos en esos estímulos al paladar.
Pero a los lugares también los hace su GENTE. Y como los Sicilianos........No Hay. Y eso es lo que me seguirá llevando siempre a SICILIA. De este verano me quedan los 5 días maravillosos que pasé en casa de Daniela, del FERRAGOSTO que pasamos con su marido y con Gino en Cefalú y Pollina, del día de mar en AGRIGENTO, y la noche con luna llena en el Valle de los Templos.
Y luego , la Cena con los Amigos, "non c'é Paragone". El encuentro con las personas hace también a los lugares.
