MUSEO GUTTUSO




Ésta es la escultura dedicada al pintor de Baghería.

MUSEO GUTTUSO


Una tarde gris en Palermo puedes sentir la melancolía de una ciudad que cuando pierde el sol deja ver su tristeza, su abandono, su girar en torno a sí misma. Palermo es como una mujer madura a la que sin el maquillaje del sol, se le notan las grietas, los lados oscuros , la tristeza, pero apenas doblas una esquina , encuentras un recurso.

Esa tarde gris, decidimos con mi amiga Daniela aventurarnos hasta Baghería, a 30 km de la capital, para ver el Museo Guttuso. Guttuso es un pintor nacido a principios del Siglo XX en este pueblo palermitano, en honor de quién se ha creado este museo en Villa Católica.

http://it.wikipedia.org/wiki/Renato_Guttuso#La_Vucciria_di_Palermo


La verdad es que fue una sorpresa encontrar que el sitio no estaba sólo dedicado a Guttuso , sino que era sede de arte contemporáneo siciliano. Incluso había colgada obra del fotógrafo Aldo Belvedere que era quién nos estaba haciendo de guía por el Museo.

Una Mañana Gris en Monreale



Una mañana gris de primavera, dejé la casa de mi amiga Daniela en Monreale para ir al centro de Palermo , y decidí vivir como una habitante más. Me dejaron en la plaza de la catedral, y me dispuse a esperar al único autobús público que baja a la capital por el Corso Calatafini. Primer problema, media hora esperándolo, y luego, otros 20 minutos hasta que el conductor se decidiera a partir.

Monreale es un municipio , digamos del extraradio de Palermo, que tiene la catedral más maravillosa de toda sicilia, que data del 1174 construída en estilo Arabe-normando. Este pueblo que dista a 5km de la capital siciliana es una visita inexcusable cuando se va a Sicilia. Pues bien, los turistas que esperaban el único medio público que existe para salir de ahí, no daban crédito. Cuando llega el coche los locales se tiran adentro a lo loco y ocupan sus asientos del modo más rudo posible. A ésto se añade un problema, no se puede comprar el billete dentro, hay que traerlo, se adquieren en los puestos de periódico o de tabaco.

Una vez más en Italia tienes la tentación de convertirte en un ciudadano incivilizado y viajar sin billete, dado lo incómodo del servicio. Es así que decidí hacer "desobediencia civil", ya que el pésimo servicio no merecía ser pagado.

"Che vergogna", expresé yo, provocando a los ciudadanos Monrealeses sentados a mi lado a ver qué me decían. Y ellos excusaban a los gestores públicos: "Es que siempre hay atasco al entrar a Palermo y eso retrasa todo", asi de claro. Así de resignados.